Lo que queda de ti, se pasea
en la hora del recuerdo y la añoranza.
Discúlpame que hoy, te llore letras,
por los dulces recuerdos de los años de infancia
que dormidos quedaron, hibernando quedaron
pero hoy, al soltar las amarras, al levantar tu vuelo
revolotean como gaviotas en busca de otras playas.
A nosotros nos queda, la incertidumbre
que avanza de la mano del dolor y el desasosiego,
de palpar la triste realidad: de que los niños que fuimos
nos volvimos viejos y nos estamos yendo poco a poco
y no sabemos quién partirá mañana.
Me queda la tristeza de los años no compartidos;
me queda el sentimiento que es el mismo
de todos quienes somos tu familia
Y que hoy estamos reunidos en torno tuyo
para recordar y celebrar lo que fue tu vida
y para llorar ¿Por qué no? tu muerte.
Quisiera saber qué llevas en tu equipaje,
a más de lo que fuiste,
si pudiste guardar a tiempo
Los bellos recuerdos que hicieron
de nuestra infancia, nuestro mejor legado de amor.
Ojalá estas palabras te las lleve el viento
y logren arrancarte una sonrisa
como a nosotros nos arranca lágrimas
tu partida.