Este poema lo escribo con tinta del corazón,
Lo arranco de los recuerdos que aquel gran amor dejó;
Es un poema sin tonos de llanto ni decepción,
Escrito con esa magia de aquel verdadero amor;
No dirá cuánto sufrí por nuestra separación
Ni dirá que aún lloro por tu inesperado adiós;
Dirá que eres, dueña mía, esa experiencia mejor,
Esos sutiles aromas, esa nobleza de sol,
Esa tú andar de princesa, ese aroma encantador;
Esos tus besos de fuego, esa constante obsesión,
Que aún queman mi cuerpo, con un fuego sin fulgor,
Dirán que aquellas caricias que entre mi piel se sembró,
Son cual perennes tatuajes directos al corazón,
Dirán que eres esa niña que me mostró ¿qué es amor?
No con palabras escritas, sino con algo mejor:
Con besos y con caricias, con ternura y con pasión…