A cantar comienza
el viento feliz
entre hojas secas
y en mi volantín.
He sentido al viento
en las montañas
que en su apresuramiento
va corriendo y canta.
Entra por ventanales
y a veces por las rendijas,
con sus cantos especiales
que nunca terminan.
Que cante el viento
con su voz de aullidos,
que cante contento
por años y siglos
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el Número 55620514
Maracaibo, Venezuela