\"Doquier que el hado en su furor me impele
tu dulce nombre halagarà mi oído\"
(G.Gomez)
¡Qué triste ausencia pesa en esta vida!
La fe que ya perdí se torna en muerte;
dormida estoy , que nadie me despierte
del sueño celestial, que voy rendida!
*
En mi narcosis, vuelvo arrepentida
del éxtasis mortal. ¡Oh, mala suerte!,
que ya me tiene en pena el alma inerte,
al seno de mi Cuba tan querida.
¡Han sido cuatro lustros masticando
directo de las ramas los abrojos!
Estos días que tristes van pasando
acrecientan la pena y mis enojos.
No quiero despertar. Estoy soñando...
¡Cuán triste me parece abrir los ojos!