Otro beso que no nos damos,
otra tarde que perdemos
así como agua entre las manos,
como viento entre los dedos.
Más del tiempo sin tus ojos,
más del tiempo de tu ausencia,
sin tus mejillas de sonrojos
ni el aroma de tu esencia.
Y no es que diga -te extraño-
pero cuanto quiero verte.
Éste ánimo mio de tenerte
se acumula en mil cestaños,
pero un solo beso tuyo,
una caricia en tu cuerpo claro,
libera mi alma, le da amparo
y lo que sea mio lo vuelve suyo.