Loco, ha sido el destino.
Loco, alocado... destino mío.
El más cruel, el más maligno.
Loco y alocado, el destino vivo.
Destino mío, destino tuyo.
Escuche la voz de un murmullo,
que me hablaba al oído.
Destino cruel. Por qué has huido?
Locamente bésame otra vez
con tus dulces labios de esperanzas.
Destino mío, que pálido que te ves.
Las estrellas brillan y yo me empalidezco de arrogancia.
Destino cruel, destino fatal.
Has llegado a mi vida sin avisar,
el pasar del tiempo parece ser mal.
La que brilla empalidece y la otra empieza a brillar.
Esperanza mía, esperanza nuestra.
Dame alegría, te pido la noche fresca.
La noche que se disipa con los ojos de quien te vele.
Esperanza mía, la luna Hermosa
de cara pálida, doncella preciosa.
Noche disípate... tramontate stelle.
Ricardo Manzanarez (Nicaragüense)