NO TEMAS AMOR MÍO
Oculto en un lugar silencioso
en un rincón de este planeta
con mi corazón, con mi alma
espíritu y también conciencia.
Allí donde están los vientos negros
con la boca abierta de la doncella
observamos a esa que da vueltas
paladea, se traga lobos y selvas.
Aquí la lluvia cae en la inocencia
gota a gota va despeñándose
a borbotones entre mis venas
la luna está conmigo de consorte.
Las hijas de las estrellas también,
pero tú amada mía no temas
que Neptuno nos da fuerzas,
no temas airecillo mío, no temas.
A esa cierva negra que da vueltas
paladea y se come a los lobos;
pero tú. ¡oh, vientecillo mío
no quiero que temas a ella!
A esa que engulla lo que le echan
que cambia a la luna blanca
y la convierte en luna negra,
no merece tus temores.
Tú que eres la caracola mía y sibila,
no temas a esta que paladea y da
vueltas y vueltas y come lobos,
que come bestias y lo que desea.
No temas a esa que da vueltas
a la roca mala en vez de la buena,
pero tú bandera mía, gallardete
que en el viento vuelas, no temas.
Tampoco temas a las murallas altas
que ella tenga, eres como mi aldea.
¡Oh, dulce Pochocha mía! de mi vida,
de brisas puras y tiernas mareas.
Eres como una niña inmaculada
virgen de trenzas y de melena
que evoca con el más profundo
amor, a su amor idolatrado.