Habemos en esta vida
quienes cazamos poesía
desde la dimensión de un escritorio
con una pluma cargada
de municiones de imaginación y fantasía
habemos otros que nos descalzamos
de aire condicionado
y con hambre nos lanzamos
a devorar los versos incrustados
en las lagrimas que se derraman
desde los ojos apagados
por las lenguas inertes
pisamos charcas de sangre y orines
cosechamos escupitajos
con cara de rechazo e indiferencia
y somos acusados de subversivos,
de revoltosos desestabilizadores
pero olvidan que nuestra tarea
no es cantar como los pericos
salmos en los altares
nosotros solo cazamos poesía