Te miro a los ojos
y mis dudas desaparecen;
te miro a los ojos y aunque
mi corazón se desvanece...
...veo ese lugar etéreo
por donde te perdiste.
Pues nos veremos porque sé,
que la muerte no existe.
Preguntas sin respuestas más
la humildad por bandera,
mercenarios que no piden honores
les basta su conciencia.
Lóbregos caminos en tierra
que el cielo allana;
y ojos que sólo duermen
cuando la luz se apaga.
Pues oiré entre tu sueño
esa llamada que me hiciste
porque aún yo despierto,
sé que la muerte no existe.
Como el rugir de un trueno
que en su ultimo vuelo
el estruendo se pierde
poco a poco por el cielo...
Igual tu voz que se apagaba,
sonará fuerte a mi llamada;
quizás en otro mundo otra rivera
pero nunca jamás callada.
Porque la vida es aire,
un trance alegre y triste
¡Pero eterno! porque yo sé,
que la muere no existe...
Yo saldré a tu encuentro,
llegaré por donde te fuiste,
lo haré sin miedo porque
yo sé que la muerte...
la muerte no existe.