No fue nunca la flor más bella del rosal,
ni la más fragante rosa,
tan solo era eso, una simple rosa que cierto día de invierno….
tocara el corazón de aquel aficionado jardinero….
Pasaba por allí, sin rumbo fijo, le llamó la atención, el balanceo de su tallo y de sus hojas…
Se aproximó para verla de cerca,
inclinóse a olerla
y sus pétalos, ¡¡Temblaron!!
No me separes de mi tallo galante jardinero, dijo la rosa…. pues miedo tengo de que estrujes mis pétalos, de que rompas mis hojas…..
Si te vuelves a inclinar, suplico no me roces, porque… no estoy segura de lo que quieres,
y yo que….. aun no siendo de este bello jardín, la más hermosa…
Noto que por ti siento….
¡¡No sé, que cosa!!.
No me lastimes, busca otras rosas, que segura estoy, esperan impacientes….
que te inclines a olerlas, que les cortes su tallo, que les beses sus hojas….
Jardinero que vas de flor en flor, no te me acerques…. no acaricies mis hojas, pues aun no siendo de este bello jardín, la más hermosa…. noto que por ti siento….
¡¡No sé qué cosa!!