Me gusta que me amen apasionadamente
con pasión que sea llena de ternura
que en sus besos saboree la ambrosía de su boca
y que en sus caricias, sienta de veras que me ama.
Porque el amor cuando se entrega con ternura
crece por dentro como una enredadera
se adhiere a tu ser como la hiedra
y trémulo se entrega, en el silencio de las horas.
Es que cuando se ama con el alma,
cierras los ojos y ves, un cielo de estrellas rutilantes
y sientes, un resplandor celeste que ilumina
el momento sublime de tu entrega.
Y así, en la elocuencia del silencio
como una flor de sutil esencia
esparce su aroma, entre dos seres que se aman
y los embriaga con toda su fragancia.