Después de una larga noche de recuerdo
Guardo el amor entre las sabanas,
recuesto mi cabeza en una almohada de lagrimas,
repito su nombre como un rezo
y las sombras de la noche le hacen eco.
Me quedo dormida en el recuerdo
del universo de unos ojos que amaba,
en los que se sumergía mi alma in quieta
buscando a través de su mirada
un vago motivo para sentirme amada.
Pero eso lo sé ahora, era un loco desvarío,
una triste quimera de una loca enamorada
que ciega de amor no comprendía
que todo sentimiento debe ser correspondido
para no levantar castillos en el aire.
Y como tales quedo mi ilusión de amor destrozada