No eres solo mía, nada mía, nunca mía,
Ni tu alma, ni tu esencia, ni tu cuerpo,
Eres de muchos, de todos, de aquellos
Aquellos que seducen, que halagan, que cautivan,
Que te tientan con palabras para corromper tu sexo.
No eres mía, solo mía, eres de varios,
De aquellos, de todos y de ninguno,
De los que te cantan deseos, de los que te tocan en sueños,
Tan sublime, bella pero inexacta e imperfecta,
Amoral y andariega, orgasmo, pasajera.
Tú, de ellos, de aquellos, de nadie,
Aventurada, azarosa, atractiva
Tú, que mientes, que engañas y te creo,
No eres mía, solo mía, nada mía, nunca mía,
Ni de ellos, ni de aquellos, de ninguno, ni de nadie.