Raul Gonzaga

No te olvidaste de mí

Tú nos diste la vida para alcanzar la gloria,
Tú nos diste el aliento para vivir contentos;
Eres Padre que mima, Padre que cuida y goza
Viendo a su hijo triunfar en todos los momentos;


Pero yo fracasé, porque siempre he fallado,
Vivo sin hallar dicha, olvidé aquel fervor,
Vivo cual prisionero, siempre enamorado:
Siempre, siempre dolido por males del amor;

 

Y soy eterno cautivo queriendo cortar los hilos,

Lo que me diste se fue como se me fue la vida;

¡Cuán duele tu indiferencia, pues al mirarme perdido

Me dejas en soledad en esta senda perdida!

 

Pero sigo en la batalla, en espera de encontrar

Un amor que corresponda a lo que yo le ofrecí;

O cuando menos espero esa nítida  señal

De que Tú fuiste sincero, ¡no te olvidaste de mí!...