Siento pena cuando la amistad encierra verdad,
verdad que un día es entrega
y otro es silencio de agonía,
del saber que la vida es solo creer en ella,
en su esperanza, en su verdad
y su amor de claridad...
Cuando la escuchamos
sin silencios y sin miradas,
del amanecer de nubes,
como del cruzar de valles,
de caminos que de oro no disfracen
las palabras, cuando justas trabajan
para ti, para mí y para un mundo mejor,
aceptando siempre la de nuestro estar
de camino, como de vida,
aunque vestidos, como desnudos
entre lluvia crucemos,
crucemos siempre igual,
con la cabeza y los ojos hacia su altar...
En esa amistad que no encierre verdad,
de su cruzar de amapolas,
como de su vagar de calles,
vagar que todos cruzamos,
tropezando con alguna piedra,
como ascendiendo o descendiendo
entre portales y lienzos de corazones,
que antes o después aligerando o cargando
a las espaldas el equipaje andaremos,
por los mismos pasos de su recorrido,
el mismo terminar para todos,
tumbados fríos, con el calor
si de amor desprendimos,
al haber amado en verdad
en entrega de amistad,
como en todo lo que nos rodea...
Autora:Lucia Pastor
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