El reloj marca las 6
menos 15 del amanecer
quisiera que el sueño viniera a mí,
como todos los demás, en lugar de eso
solo uso las noches para pensar.
Solo ambiciono
tener si acaso la destreza
de poder robarle un poco
de inspiracion a la tristeza.
A esa que viene y va,
a esa que me deja contemplar
la paz tras esta soledad
que muy pocos ven en mi mirada reflejar.
Apartado del ruido del mundo
me refugio en este mi rincon,
en este mi mundo
donde soy amo y señor
dueño de los matices
que bien de mi pluma pueden brotar,
plasmando en papel, este, mi idioma,
mi voz, y mi forma de hablar.
Contemplo el amanecer
tan dulce como el mejor vino debe ser,
tan suave como un violin que busca
un oido para merecer, y en él
colmar de notas, simples y complejas
con un toque de invierno, verano y primavera.
Sonando mas hermosas cada vez,
pero no tan especiales como la primera vez.
Aprendi dia a dia a vivir
esta soledad, con el honor
que se me ha enseñado,
arrojando de mi alma el rencor hacia mi pasado,
dejando que mi alma se inunde con el esplendor
del presente, como el amanecer vierte en el cielo
luz y color casi transparente, brindandome
cada dia un espectaculo diferente.
Una y otra vez el sol
a podido alcanzarme
y la noche tubo a bien abandonarme,
dejando tras de si, la inspiracion
que necesito para existir,
esa que me impulsa a seguir,
y que mi mano deja fluir.
Asi es como vivo mi soledad
no sin pensar que un dia, desaparecera,
a manos alguien, aun no se quien será
yo soy gorrion azul, y esta es mi realidad