EDUARDO FAUCHEUX

LOS CARIÑOS QUE YA HAN PARTIDO

LOS CARIÑOS QUE YA HAN PARTIDO

 

Lentamente, en dulces etapas de la Vida,

o en otras, no tanto, que han sido etapas ya vividas,

todo cambia, todo pasa... como el Tiempo, como el clima...

los pesares, los amores, las ganas y todo aquello que se arrima

por un breve lapso, como un sueño, como el viento que se calma,

o el enojo, la alegría, o la paciencia que besa y roza nuestras almas.

***

Como copos de nieve que se deshacen, como vapor de bruma, o de rocío,

como este frío que se cuela entre los huesos, o con el calor en el estío...

¡así van y vienen los cariños que partieron y los odios que sentimos,

o aquellos amores y las pasiones, o los sufrimientos que sufrimos!

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Mientras, gira el mundo en sus espacios y sus vacíos, indiferente,

en sus ciclos casi eternos y en sus órbitas, relativas, lentamente,

según se mire, en sus etapas estelares magníficas, asombrosas,

donde miserias y congojas se conjugan con pasiones ardorosas,

con risas, con cariños que sentimos y con lágrimas derramadas

que se diluyen en océanos de recuerdos y memorias olvidadas.

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¡Déjalo ir! ¡Déjalo ir! ¡Ni el pesar ni el cariño te pertenecen...!

Ambos son solo viajeros que -como el Cosmos-, todos fenecen,

porque son nuestros, hasta que aprendamos -con ellos- a vivir,

y se irán, si deciden los dioses que es suficiente... que deben partir.

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¡Y así se pasan nuestros días! Entre seres enigmáticos que se aman,

que se odian, que se olvidan, que se reencuentran y que se reclaman;

que esos reencuentros expresan alegrías y que sus partidas lloran penas;

en aquellas, con besos y abrazos; y en éstas, ¡sintiendo desgarrar las venas!

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Es el duro y bellísimo oficio de vivir como Ser Humano,

en el que solo queda Aprender a desatar el nudo gordiano,

entendiendo que el Pesar es un deber que los humanos adquirieron

y que la Alegría es un derecho, ¡a pesar de los cariños que ya partieron!

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Eduardo Faucheux

22-05-2014