Debo tener casi tres meses bebiendo a diario, toda una vida esperando el binomio, cinco años de humo, acidos y mercurio, mal tiempo estrafalario, qué esperar del imperio, del emporio en lo esperado, del criterio de algún tonto exagerado, aun no sé bien donde es que estoy parado, a veces dudo, exasperado nado tratando de salir del fondo, pero no logro dejar de lado el deseo de tu nudismo, es algo extraño el papel y el cosmos, el onanismo del no dejarnos, si estamos solos, no rebobinaremos nuestros pecados, lo que no hicimos, lo que olvidamos, existen modos de no causarnos daño, de dividirnos sin sentir morbo, podrá sonarte absurdo, podré volverme polvo, empolvado estoy pues no me muevo me he abandonado, y es un gasto neuronal bailar un tango sin pareja ni zapatos sobre el campo de las rosas y los cactus, sin embargo no se puede más escarnio a este poeta desterrado del escarpío de sus alas y el perdón de sus estragos.
No tengo pareja para el baile de esta noche,
mi vida es una sucesión de noches como esta.
Raúl R. Sola