Por admirar tu sonrisa
estoy de rodilla ante tu reja,
y me llega en la brisa
el rumor de tus suaves quejas.
Por quererte vivo de prisa
para darte a ti, mi alma,
te entrego mi corazon
por ti pierdo la razon,
y olvido mi tristeza,
llenandote de ternura
te entrego todo mi amor.
Manuel Palacios