Creo que he tardado más de la cuenta en escribirte sobre nosotros. sí, nosotros, porque tenemos un nosotros, tu y yo inexorablemente juntos.
He entendido muchas cosas, ¿sabes?, en un vagaje por el Concepción otoñal me detuve a observar el recorrido de las hojas en la brisa, los pasos presurosos de las gentes, la certidumbre de vacío, entonces, me embargó; fue en este punto y desde antes que te necesité, te necesité para que me explicaras porqué las cosas pasan de la forma en que pasan, porqué nadie se detiene a escuchar el sonido de las nubes, porqué nadie reparaba en las aves que bailaban, por qué nadie vio esa sombra, que yo no vi, pero que en mi mente existe, tal como la constante necesidad de tus besos, de tus abrazos, de tus caricias; una imperiosa necesidad de darte amor, galletas y zanahorias.
Porque quiero darte todo y más de lo que me has regalado, porque Cristóbal YO TE AMO y duele y cuesta, porque amarte para mi es una travesía epifánica, me revelas lo que soy, sacas mis mayores ansías de bondad, anulas mi maldad y me muestras el mundo en colores morados, como todos tus detalles; y cuesta porque me encuentro conmigo y tu sabes bien lo extraño que a veces puedo llegar a comportarme, me encuentro y no me entiendo, pero veo el sol y la luna y me quiero y te quiero y hasta que las noches se acaben, lo seguiré haciendo, te quiero.