Me levanto y pienso en ella
y en cada instante del día
por doquiera yo la busco
por doquiera creo verla;
se me esconde tras de aromas,
tras de siluetas divinas,
tras de canciones serenas
o tras de suaves caricias;
sin embargo no la encuentro,
se me escapa cual capricho
y la llevo eternamente
convertida en mil suspiros...