La carreta iba a gran velocidad
y a nadie parecía importarle nada
ella siempre por el camino va
y su dueño la lleva bien arreada.
¿Qué importancia tiene saber
hacia donde se dirige el carretero
si va al mercado a llevar de comer
o lleva encomiendas para el pueblo?
Que pase la carreta a toda marcha
no es cosa para alarmarse
y como la vía no es tan ancha
es poco conveniente acercarse.
El carretero es un señor honorable
que siempre saluda cuando pasa,
y si hoy no quiso saludarles,
es que pierde cortesía si se emborracha.
Iba la carreta por al camino
y entre piedra y piedra crujía,
en ella huía un cruel asesino
y ningún habitante lo sabía.
El carretero iba en la carreta
hecho cadáver metido en un saco
y el asesino de esa muerte cruenta
huía de la estancia como un espanto.
Guiaba la carreta, el cobarde,
por el mismo camino en su tropel
y nadie se percató aquella tarde,
porque todos lo confundieron con aquel.
La carreta crujía y crujía
intentando delatar al asesino
pero ella misma lo encubría
para que pudiera huir por el camino.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el Número 55620514
Maracaibo, Venezuela