Divisando el porte magistral
que a tu belleza hace compañía,
veo perfección que devenía,
de sibarita de tiempo ancestral.
Tu magna beldad se entroniza
y se rodea de flores del jardín,
quienes candorosas hacen un festín
de la tristeza fatal que agoniza.
Los pliegues de tus labios primorosos
-amalgamas de primor y simpatía-,
extendiendo una sonrisa en sintonía,
se llenan de vida...esplendorosos.
Viendo majestad divina; admito
que tal sílfide en la tierra existe,
y que ante eso la razón me asiste,
¡para lanzar un suspiro al infinito!.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN, MEXICO, May 22/14