Hoy, al recorrer las lagrimas por mis mejillas,
me di cuenta que no lloran mis ojos
si no mi corazón,
que se desvanece
como la lluvia en mi ventara
al sufrir por tu dolor.
Mi alma se desangra,
anhelando morir
al verte con ella
sabiendo que eres infeliz.
Y yo,
con estas ansias que no me dejan vivir,
sin saber por cuanto tiempo mas
mi amor por ti se escondera.
Por eso,
bendigo a quien te quiere
y no te hace sufrir,
quiero que seas feliz
aunque sea lejos de mi.