Aquellos que aquel día os aupasteis al altar
de ese elitista gobierno de la Europa Unida,
ahora acomodados gozais del bienestar
traicionando sin pudor el punto de partida,
que amoldado os habeis a vivir y predicar
¡cómo insistir podeis que seamos solidarios!
aburguesados, vuestro papel es criticar
a que ajustemos nuestros pecunios dinerarios.
Vuestro manido lema es: debeis colaborar
a repartir ecuanimemente los denarios
pues a los más humildes debemos ayudar
y al mismo tiempo coadyuvar con el erario.
¿Con qué argumentos falsos nos vais a hacer creer
que vuestros intereses no son los de una casta?
hartos ya de promesas y de ambiciones ver
algún día lograreis que ya digamos basta.
¿Cómo es que vosotros, los europarlamentarios,
-vean, pues, qué curioso resulta comprobar-
ahora os opongais y os negeis a cotizar
los impuestos por vuestros magníficos salarios?
Pues por más que pretendais otra apariencia dar,
cómodos, convertido os habeis en mercenarios
¡alerta eurociudadanos os quieren engañar,
qué políticos, ya todos sois unos falsarios!.