No te llega a borbotones
la luz del entendimiento;
pero hay que abrirle las puertas
para que no pierda tiempo.
Por querer ser el primero
y figurar de sapientes,
afirman lo que no entienden
dándole paso a la muerte.
Lograr ser feliz en pleno
tiene escrito un reglamento,
que de niños aceptamos
y rechazamos de viejos.
Demonio, mundo y la carne;
los enemigos del hombre
son pecados capitales
que inconfesos son letales.
El amor nos enceguece
y la pasión nos consume
olvidamos los principios
que del control obtuvimos.
Desviamos nuestro camino
por un sentir diferente;
condenamos nuestra suerte a
unas malas vibraciones
que al espíritu confunden,
y se pierde en el abismo
de oscuridades sin fondo
que apresan la luz del mundo.