Ella es una linda niña, quiere aprender a vivir,
Y se muestra atrevida pero no sabe mentir;
Y se arriesga sin temores, con imponente valor
Porque busca una respuesta a su incontrolable amor;
Tengo miedo Padre mío, que la vayan a engañar
Porque si alguien la maltrata nunca podré perdonar;
Abusar de la inocencia es la peor de las conductas,
Ya lo dijo el gran Maestro, ay de esos vanos granujas
Nunca alcanzarán perdón, sufrirán condena eterna,
Pues engañar a los niños merece una cruel condena:
A esos hombres insolentes que pretenden abusar,
Y a esa sana pureza viciarla para ganar;
Y si yo mísero humano, no soporto esta acción
Tú con tu bondad suprema cómo sentirás Señor,
La maldad de la serpiente, de esos seres insensibles
Que pisotean lo limpio con intenciones tan viles…