Y entonces el levantó su mano enfurecido
a la pequeña golpeó sin rencor
en sus ojos se veía el mal
¿que te hizo ella que tanto la odias?
se sentó sobre el suelo
y en su mano había una daga,
sin temor la levantó.
En sus labios una gota de agua moría.
¿por que haces esto?
el destino empuñó con sus ojos el mal
y la niña apenas pudo respirar.
Sin miedo, sin amor, sin dolor y sobre todo sin odio
ahora todo era mejor.
El corazón partido de un ángel caído
la daga arrasó con lo ultimo que quedaba
la niña ya no iba a llorar nunca mas.