Estoy solo en el nido...
!Estoy triste!.
Y tú, a la distancia.
Sólo quedó en el nido...
tu fragancia;
dejando mi pecho
compungido.
Sólo tu voz...
Calmará mis ansias,
cuando embriaguen
mi alma y mis sentidos.
Cuando se calmen
mi pulso y mis latidos...
a pesar de saberte, tan lejana.
La noche es larga...
Cuando el amor escapa.
Y tus besos, ya son parte
del olvido.
Seguiré solo,
pues te haz ido.
Con la esperanza
de que un día,
regreses a tu nido.
Autor: Edgar Campo
EDOCAMP
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