Encuéntrame aquí, otra vez, ocultándome a medias detrás de tu pelo
como queriendo ser descubierto, pero sin estar listo para serlo
Sé tantas cosas que con mis ojos aprendí de ti, a acariciarte por ejemplo...
Pero no encuentro modo, ni estilo, ni forma
porque el viento se transforma y arrastra, retraza lo visto, lo dicho, lo amado
no hay verdades ni mentiras, solo confesiones y suspiros
que me hago, me digo, para no callarlas, para no asfixiarlas
en lo que el tiempo decide cuando sea hora, si es que hay hora para decirlo en voz alta.