Josefina 46

A LA SOMBRA DE UN SAUCE LLORÓN

 

A la sombra de un sauce llorón

me detuve una tarde de primavera

admirando sus delgadas y cimbreantes

ramas, casi rozando la tierra.

 

Es majestuoso contemplar el movimiento

de tus ramas, sus hojas forman un baile

 mágico cuando el viento mece sobre ti

sosegando desde la raíz al más violento.

 

Y mirarte es un privilegio

porque calmas angustias inmensas

y produces sensaciones dulces e intensas,

 por eso hoy, mi querido sauce llorón,

mi interior sale a conversar contigo.

 

Y sin darme apenas cuenta

le fui contando mis penas

cual ser viviente que de repente

escuchara atento mi querella.

 

Pasajes de casi toda una vida

marcada por el llamado destino

cual gigante y furioso torbellino

 sembrando obstáculos en mi camino.

  

Pero he seguido adelante, le decía

y me levantaba cada vez que caía,

pero ahora me encuentro sola gran amigo

llorando como tú y al borde del abismo.

 

Una a una le fui desgranando

del alma todas mis aflicciones,

mis sentidas y añejas frustraciones

que han ido matando las ilusiones.

 

Ilusiones que se fueron alejando

dejando paso a tristes realidades

que me crean dudas interminables

 y en el corazón heridas sangrantes.

 

Y por más que cambie la estación

tú y yo gran amigo sauce llorón,

estaremos contemplando el cielo

y recordando nuestro encuentro

que hoy me sirve de consuelo.

 

De pronto una ráfaga de viento

movió sus ramas, dulces y delicadas

arropándome sus verdes y floridas ramas,

sintiendo del mejor amigo su fraternal abrazo

y sus lágrimas de perlas cayendo en mi regazo.


Fina