Hay una gran diferencia
entre mi alma y la tuya,
una diferencia muy cercana
que nos une.
Esa diferencia esta entre
tu y yo,
entre mis manos y las tuyas.
Sabes bien que reposan
en nuestras miradas
y secretamente se anuncian
en un solo corazón
y reparte como una piedra
en la lluvia del campo:
la pureza y dulzura,
la fragilidad y fortaleza,
que poco a poco,
día a día,
instante redonde o de trigo,
sin conocernos
o ya conocidos,
nos unia o nos une
en una tierra fresca
como el aroma del viento
que rechina
en tus cabellos y los mios.