gaston campano

¿Donde se van las almas?

Ví pasar a la muerte

detrás de una ventana

toda vestida de negro

en una carroza blanca.

Llevaba una niña joven

de café y con sandalias,

de aquellas que hacen votos

de humildad empobrecida

por deudos solo venian

un negro cura rezando

y en el pecho una cruz blanca

con brillo por los costados.

Cinco parientes viejos

con flores en las manos

para tributar honor

al momento de sepultarla.

Solo entraron al campo

 donde descansan clavadas

unas cruces de madera

que el viento ya las volaba.

Un grajo trino dos veces

al momento de la llegada

y voló a lo alto de un roble

desde donde la miraba.

Mientras el viento curioso

salió a recibir el alma

para guiarla de noche

entre nubes ya cargadas,

de agua que sostenidas

se oponian a rociarlas.

La urna tocó fondo

y fue cubierta de flores

porque ella era una santa

y  merecía honores.