Fui leyendo tus letras cada día,
con poemas pintaste una sonrisa,
envolviendo mi piel con las caricias
que brotaban de tu melancolía.
Me reflejé en el espejo de tu alma
cuando tu voz sin voz rompió el silencio,
sin siquiera clavarme la mirada...
te adentraste en mi mágico universo.
Hoy vienes esgrimiendo tus palabras...
desafías fronteras con tus besos,
comienzo a estudiar la geografía
de ese país que no queda tan lejos...
y espero sin escudo y desarmada....
¡comenzar la batalla cuerpo a cuerpo!