Alfonso J. Rodríguez M.

MALEVOLENCIAS

 

Soneto


El frio acero de tu mascarada

rompió el cristal de los ensueños míos

y quebrantó con furia descarada

todo el amor que llevaba conmigo.

 

No pude dar siquiera un leve paso

hacia la luz del sol que me esperaba

porque siempre apostabas al fracaso

y actuando a mis espaldas te encontraba.

 

Hoy nada me resulta fascinante

y siento que sumerges mi alegría

en medio de un silencio agonizante.

 

No en vano, salvaré mi fantasía

y aunque trates de hundirme en tu desplante

no podrás perturbar el alma mía.