Donaciano Bueno

Corazón de madera

Amor, dime tú ¿por qué ya no eres amor

y entregando que has tu alma al diablo sientes frío?

ausente de tu corazón el desvarío

no sientes de las mariposas el temblor,

amor, ¿en qué te he fallado, dime, en qué te fallé, amor mío?

 

¡Con tantos tropezones que te dio la vida

y aún insistes en darle a la vida sueños!

¿dime qué fué ya de esos ojos tan risueños

ahora trocados en un mirar perdida?

¿por qué razón intentas devolverme hasta el punto de partida?

 

Amor, tú indolente, ya no eres soñador,

que arando caminas por diferentes surcos,

¿por qué tus ojos azules se han vuelto parduzcos,

y aquel ambiente sugerente, abrasador,

abandonado han nuestra sed de amor y el deseo de estar juntos?

 

¿Dónde se esconden ya nuestras noches de besos,

de miradas cómplices, por la luz cegados,

labios junto a los mios con engrudo pegados

tan ansiosos de contactar, labios traviesos

a experiencias y nuevas sensaciones abiertos sin candados?.

 

¡Qué bello era ese amor mas ¡ay, cuán despiadado

se vuelve si el alma por la neblina ciega!

cansado ahora de esa dura y triste espera

nada más queda del pasado y maltratado

te has convertido ya en un corazón insensible, de madera.