Dónde están los poetas cuyos versos transitan
y anidan en las almas navegando hasta el cielo
retratando la vida.
o estallan en la roca de algún ser indolente.
Dónde están los poetas que no pintan sus letras
color de la nostalgia y del silencio mío,
versos de luz y brisa,
esos versos que curan los golpes de la vida .
Dónde están los poetas de verbo reluciente
quiero que el verso arraigue en mi pecho y me sienta
la estrella de la obra,
o por último, el extra, o el villano del cuento.
Dónde están los poetas que por cantar al mundo
de cosas trascendentes olvidan lo sencillo,
la belleza es sencilla,
y sencilla es la masa de la que está hecha el alma.
Dónde están los poetas que no cantan en coro
y gritan al unísono sus frases virginales,
las que no florecieron,
esas que labio impío no las contaminó.
Dónde están los poetas que cincelen un verso
que sea sólo mío, o a tamaño y medida
de la melancolía,
que sea el mismo verso que no pude escribir.
Eugenio Sánchez Bacilio