Amanece,
la claridad de la alborada
cual crepúsculo matutino.
Brecha abre en la oscura noche.
En el horizonte la claridad del día aparece
asoman los dedos de la aurora,
dejan pasar sus rayos
alumbran con su luz nuestra intimidad.
Entonces linda.
Con caballeresca serenidad
tu entidad cabalgaré.
Tu cuerpo envolveré con guirnaldas,
ciñendo con mis suspiros tu naturaleza,
llegaré a tu abismo anhelado
bañándolo con aguas de mí desahogo,
eso sí, siempre abrazado a tu talle
Extasiado de tus extremidades
con frenesí prepararé,
el camino de otro encuentro amoroso,
que nos haga de placer vibrar,
nos lleve al éxtasis deseado
trepidando de deleite.
Entre sofocos ruborosos
bambam