Día de la Patria.
Glorioso día para mi temprano despertar.
Necesidad de ofrendar,
de colaborar, aunque me queje
de los desorbitados precios.
No los tengo en cuenta.
Me levanté a las cinco
de la mañana.
Con ganas, ímpetu, alegría,
con inmensa necesidad de otorgar.
Busqué: 2 kilos harina
para pan casero, con levadura.
2 de la gallina (huevos)
1 paquete de manteca (200 grs)
400cc. de leche.
Sal, 1 cucharada,
1 chorro de aceite de oliva.
Amasé, amasé...
detuve amasado.
En bol dejé levar por cuatro horas.
Vuelta y amasado.
Formé panes baguette.
Coloqué en placas.
Marqué panes con
hoja de afeitar
(sin usar, por supuesto)
Dejé levar nuevamente,
cubiertos con servilletas
dentro de horno apagado.
1 hora más.
Bandeja con agua
en piso del horno
durante quince minutos
a fuego moderado.
Colocando bandejas
a medida iban cocinando
alrededor de 25 minutos
cada plancha.
Misión cumplida.
26 panes baguettes.
A la una de la tarde,
vinieron a retirar
desde un instituto
de niños carenciados,
los panes.
Me sentí totalmente realizado.
Colaboré con todo mi amor,
hacia esos niños,
humildes, no digo hambrientos,
porque bien los atienden,
pero mi corazón quedó
feliz, por haber participado
en mi elaboración personal
hacia esos niños de Dios.
Derechos reservados de autor( Hugo Emilio Ocanto - 26/05/2014)