En un país lejano
que pocos visitan
hay un pueblo extraño
con cosas bonitas.
Tiene sótano con plazas
que no tienen bancas,
su iglesia no tiene campana
y el cura no usa sotana.
Sus calles y avenidas
no tienen numeración,
y todos usan sin hebillas
su flamante cinturón.
La panadería vende tornillos
la ferretería vende telas,
hay automóviles en el río
y en las calles barcos y velas.
Ese pueblo tan extraño
no tiene ni dirección,
por qué es solo un letargo
de mi inquieta imaginación.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Bajo el Número 55620514
Maracaibo, Venezuela