Y adentré hacia la cueva
Del temible dragón
Sin tener la intención
De ponerle una prueba,
Y la bestia longeva
Tenía un sueño profundo
Y un olor nauseabundo
En su oscuro escondite,
Preferí hacerle quite
Porque es ser iracundo
En puntitas yo entraba
A la cueva horrorosa,
Y esa cosa monstruosa
Estruendosa roncaba,
Cuando más me adentraba
De ese oscuro pasillo
Vi un pequeño colmillo
De un dragón más pequeño,
Que dormía en un sueño
De ronquido sencillo
Y en sigilo y cuidado
Busqué al hada atrapada
Pero no encontré nada
Y me hallaba apurado,
Me quedé allí parado
Y escuché un aleteo
Con un débil chasqueo,
Viendo al hada escarlata
Enredada en su pata
Mientras dio bisbiseo:
“Psss, valiente guerrero,
Soy la Reina Carlita,
Tengo rota un alita
Y su ayuda requiero,
Pues morir ya prefiero
Si no viene al rescate,
Yo le pido, me mate
Porque sufro bastante,
Este infame gigante
Tiene tonto dislate”
Y le dije: “ey, preciosa
Soy un hombre muy justo,
Aunque no hago con gusto
Esta acción peligrosa,
Hay razón poderosa
Del por qué estoy aquí,
No agradezcas a mí
Si regresas sonriente
Porque fue un accidente
El estar frente a ti”…
Entretanto en cautela
Liberaba el piecito
De ese ser tan bonito
Atrapado en espuela
De ese ruin centinela
De gigante patota,
Y esa fea carota
Expulso un estornudo
Liberando un engrudo
Que me untó gota a gota
Y ese esputo asqueroso
Fue una ayuda inmediata,
Pues cayó entre la pata
De ese ser tan monstruoso,
Y dejó resbaloso
El cuerpito del hada
Que jaló apresurada
Su figura chiquita,
Pero estaba cojita
Y bastante cansada
La tomé entre mi mano
Para huir del dragón,
Mas sufrí un resbalón
Y asusté a ese villano,
Yo corrí muy temprano
Intentando escapar
Sin tener que luchar
Porque aunque era chiquillo,
Sentí ser bocadillo
Que se habría de tragar
Retumbaban los pasos
Del pequeño dragón,
Y sentí el corazón
Estallando en pedazos,
Y dio fuertes zarpazos
Despertando al gigante
Que dormía distante
De su crío inmaduro,
Ya no estaba seguro
De ser buen atacante
El enorme echó fuego
De su boca caliente,
Yo corría ágilmente
Rebuscando sosiego,
Pero el monstruo era ciego
Y no vio a donde huimos,
Pues muy lejos corrimos
De su cueva olorosa,
Y con hada nerviosa
Hacia el bosque nos fuimos
Pronto fui a los jardines
De esas hadas hermosas,
Y saltaron dichosas
Entre flores jazmines,
Vaya intensos trajines
Los que estaba pasando
Mientras iba buscando
A la pobre princesa,
Pero en fe y fortaleza
Ya me estaba acercando
Y en jolgorio y colores
De la aldea chiquita,
Era el hada Carlita
Reina en medio de flores,
Y entre ruido y tambores
Me marché apresurado
Porque había tardado,
Mas gritó una princesa
Y exclamé con sorpresa:
¡Por fin hemos llegado!...