Hay por ahi
una estrella pura
que separa
de tu boca:
la luz
y el agua de la cascada.
Brilla
de dulzura
como un canto de princesa.
Damicela,
en tus labios cerezos,
reposa
un pan de blancura infinita
un misterio manantial que
esconde
el vuelo de mis alas
y mi sonrisa.
Pronto amor,
besaran la boca del mundo
y callaran
en un beso
frente a las cordilleras
de la vida.