Estoy a destiempo en mi presente,
abrumado por tanto viento en el rostro.
Y si intento cubrirme los ojos no focalizo,
pero la arena es cuchillo y bien sabe de mi fragilidad.
Grito a la noche buscando mil lunas,
no así, me devuelve soles o estrellas un instante.
¿Acaso seré el peón que busca olvidarse,
y ser otra cosa, quizás más valioso para otros ojos?
Cuando la nostalgia intente ser la canción en tu mañana,
y la calandria marche con su canto a otro oído,
que la escuche sutilmente y responda con olvido,
en ese instante veras mis manos temblar en tu pecho.
Y ciego a tus ojos, busco despertarte,
y que la noche nos atrape en acto amoroso,
desnudando los miedos, exponiéndonos todos,
tal cual somos, apasionadamente curiosos del otro.
Busca más allá de mi oscura mirada,
intenta adentrarte, y me veras,
sentado en silencio, observándote,
esperándote llegar…
Lemos Maximiliano Daniel.
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