En el camino te veo, como una estrella fugaz,
Que aparece de repente para después escapar;
Te me acercas lentamente y te pienso yo alcanzar,
Pero al sentirme en tus brazos te me rompes cual cristal;
Y lo único que conservo es la ilusión de lograr
Besar otra vez tus labios y de tu entrega gozar;
Pero todo es ilusorio, eres cual ser fantasmal
Interminable amenaza, pero vana realidad;
Y entre mis noches te sueño, entre mis días te vas,
Como una extraña distante que solo quiere jugar;
Si ya tanto has comparado, cuánto te puedo yo dar;
Ya no escapes, vida mía, ya no te escapes jamás;
Ven a disfrutar conmigo esa noche ideal,
A consumirnos sin tregua por toda una eternidad,
A llenarnos del deseo, a entregarnos más y más,
Como llama que se extingue en esa ansiedad de amar…