\"Se puede ser analfabeto, pero sabio.
Se puede ser educado, pero ignorante.
No todas las palabras brotadas de los labios
indican lo educado o lo sabio del ser pensante...\"
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Debatiéndome entre la Inteligencia y la Sabiduría,
si en la urgencia tuviera que elegir... ¿con cuál me quedaría...?
Porque no es lo mismo ser ignorante, como supone tanta gente,
que analfabeto o mal educado, ya que es solo una consecuencia
de la mala conducción de los gobiernos, llenos de apetencia,
que se creen sabios e inteligentes, cuando son solo astutos,
(además de ignorantes), entre sus más funestos atributos.
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Por la lógica de esas confusiones mal interpretadas,
quien alega ser honrado, dejando con manos atadas
a un Pueblo que confunde Sabiduría con Inteligencia
y Analfabetismo con Ignorancia, frente a la triste ausencia
de la Buena Educación, que es el objetivo de quienes conducen,
ya que a un Pueblo en sumisión, instruido, culto y sabio, no lo seducen
con malditas falsas promesas de faraónicos e ilusorios proyectos futuros,
o de combatir la triste Pobreza, o a la Delincuencia de darle un trato duro.
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El ser astuto, culto, inteligente, Premio Nobel o, presuntamente, educado,
no significa ser honrado, ni siquiera ser un sabio de prestigio garantizado,
ya que si se hace alarde de poseer una ilustre Sabiduría bien intencionada,
por lógica se sería honrado y vendría la Buena Intención incorporada,
quedando muchas personas conocidas marginadas de esta manera;
salvo, quizás, honrosas excepciones históricas que fueron sinceras
que solo por esta única razón, estos dirigentes fueron recordados
por el cariño popular como personajes sabios, nobles y admirados
que dejaron huella indeleble en la Historia; y no como otros, que son escorias
escondiéndose o \"haciéndose los muertos\", esperando ser olvidados de las memorias.
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Lo que ellos no saben, justamente, por no ser sabios, es que todas sus mil y una tropelías
-que quizás muchos ya hayan olvidado-, y que gracias a sus astutas y malévolas fechorías
pareciera que, ahora, pudieran disfrutar de sus bienes, poderes y famas mal habidas
pero que, de alguna manera, ahora desconocida, pagarán su Ignorancia merecida.
La Esperanza de inocentes, analfabetos, que por Traición hemos sido engañados,
se vengará, a través la Justicia que la Divina Sabiduría, ¡sabiamente, ha diseñado!
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Eduardo Faucheux
27-05-2014