Tu nombre a mi me sabe
como a pétalos en grandes manojos
a río que corre a raudales
por valles plenos de mostos
me sabe a licor de manzana
a verdes praderas y coros
de ángeles celestiales
que el cielo envió en Agosto
me sabe a manjar de los Dioses
a luciérnagas que brillan con oro
a soñadas primaveras
a nubes blancas y heliótropos
a vertiente que baja del monte
a esencia de cardamomo
a hélices
aeródromos
a hibiscus
a flor de loto
a verano
a otoño
a verdad
a antojo.
En resumen:
Tu nombre me sabe a todo
lo mismo que tus ojos.