Amor, me falta el aire
siento difícil mi respiración
recibo de todos sólo desaires
sentado aquí en mi sillón.
Triste y cruel situación
es mi enfermedad terminal
pero me hace más mal
tanta desconsideración….
Menos mal, amor,
que tú siempre a mi lado
me das el consuelo deseado
y tu noble corazón.
Eres mi salvación,
mi única compañía
junto a Dios que en mi letanía
siento que me escuchó.
Cuando tú enfermaste
todo muy rápido ocurrió,
allí estuve yo
cuando me necesitaste,
pero al cielo volaste
dejándome en desolación.
Entendí que tu misión
estaba cumplida ya
y tu presencia terrenal
pasaba a otra dimensión
llegando así a su final.
Ahora en mi penar
me alegra que me acompañes;
¡Vamos amor! se hace tarde
¡Enséñame el camino!
¡Vámonos tranquilos!
sin molestar a nadie.
¡Vamos, vamos!
que me falta el aire.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Bajo el Número 55620514
Maracaibo, Venezuela