DAMSYD

S E C R E T O


Tú no sabes...

No sabes que caminas junto a mí,

que tus ojos al pasar me miran,

y tus manos, con su roce,

me acarician las mejillas.


No sabes que tus dedos

se pasean por las ondas de mi piel.

No sabes que tus labios

aún besan la boca mía.

Y tu voz, como murmullo,

se desliza en mis oídos.


Tú no sabes...

que entre tus brazos duermo,

que es tu imagen la que sueño

en la más oscura noche

aún excenta de placer.


No sabes que mis pupilas

quedan fijas en tu rostro,

al que sin cesar miran;

y que el tiempo, en ese instante,

nada es.


Y no sabes que me pierdo

en lo profundo de tus ojos,

y que busco en tu mirada

lo insondable de tu ser.

Que mi tacto, extasiado,

se derrite si en tu vientre

encuentra su morada.


Y no sabes, dulce amor,

como el corazón derrumbado tiembla

cuando al verte

sabe que no te puede tener.


Heber S. S.