La razón agoniza en el abisal
fondo de mis pupilas y la
corriente de lágrimas arrastra
mis sueños hacia el cause
estrepitoso de mi voz y rostro
entristecidos.
Mis ojos llueven, mientras mi
mirada nublada se hunde en
el día y todo se ahoga,
salvo el dolor y su recuerdo.
Efrén Gutiérrez