TE BUSCO
Pasó el arco iris por las pleuras
de tus huesos donde la peña
de aguas vivas se enaltecen
y enfurecen con pasiones fugaces.
Con pasos lentos de pensamientos
que se perfilan con los grafos
del concierto y la forma sin forma
que confiere el destino del oasis.
Los ásperos y disecados besos
se hilvanan suaves y divinos
con el paso del pastor con su rebaño
por el calvario de los sueños.
Va bajando la colina en la pendiente
y solitario el mancebo entristecido
bajo las nubes que pasan como siempre
con el viento y la brisa tibia que detiene.
Fulgurosa y amante de destinos
en bucles pensantes que lo sienten
el zagalejo aturdido desciende
por su oveja perdida que se ha ido.
Se sienta en el monte y piensa:
mi ovejita se me ha ido de mi redil
y no volverá a los pastos floridos
de mis celestes cielos, altos del cenit.